Breves antecedentes de Siria

Durante un tiempo el centro del Imperio islámico, Siria cubre un área que ha sido invadida u ocupada en diferentes épocas, desde los romanos y los mongoles a los cruzados y los turcos.

Un país de altas montañas, desiertos y llanuras fértiles, es hogar de diversos grupos étnicos y religiosos, incluyendo kurdos, armenios, asirios, cristianos, drusos, alauitas chiítas y árabes sunitas, la última que conforman la mayoría de la población musulmana.

Siria moderna obtuvo su independencia de Francia en 1946, pero ha vivido períodos de inestabilidad política impulsada por los intereses contradictorios de los distintos grupos.

De 1958-61 se unió con el Egipto de Nasser, pero un golpe de estado del ejército restauró la independencia antes de que el partido Baas (Renacimiento) nacionalista panárabe tomara el control en 1963.

A partir de ese momento, ha estado principalmente bajo el control de una facción Alauí de líderes militares, que ha gobernado desde entonces, aunque el levantamiento de 2011 ha puesto en duda en su continuidad.

El gobierno de Baas se ha visto como un gobierno autoritario dentro del país y con una política de antioccidental fuerte en el extranjero, particularmente debajo de Presidente Hafez al-Assad a partir de 1970 al 2000.

En 1967 Siria perdió los Altos del Golán ante Israel después de la derrota árabe en la guerra de los seis días. La guerra civil en el vecino Líbano en la década de 1970 ha permitido extender su influencia política y militar en ese país.

El gobierno trató duramente con la oposición interna. Decenas de miles se estiman que fueron asesinados en la represión de la sublevación de 1982 de la Hermandad Musulmana en Hama.

Tras la muerte de Hafez al-Assad en Siria (2000) experimentaron un breve periodo de relajación. Centenares de presos políticos fueron liberados, pero las libertades políticas reales y una reorganización de la economía dominadas por el estado nunca se materializó.

Siria retiró sus fuerzas del Líbano en 2005, después de una intensa presión internacional para hacerlo, tras del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri. Un informe de la ONU implicaba a funcionarios libaneses pro Siria y sirios en el asesinato, aunque Damasco todavía niega cualquier implicación.

En 2011-12 las fuerzas de seguridad utilizaron tanques, disparos y detenciones masivos para intentar aplastar las protestas callejeras contra el gobierno inspiradas en la primavera árabe de Túnez, Egipto y Libia. Estas protestas rápidamente adquirieron un carácter más formal cuando la oposición empezó a organizar a las alas políticas y militares para un levantamiento generalizado contra el largo gobierno de Baas. Conforme avanzaba 2012 el enfrentamiento derivó en guerra civil, las deserciones de la élite gobernante indicaban la caída de la autoridad central.

Aislamiento internacional:

En el escenario mundial Siria se aisló cada vez más en los últimos años, criticado por su apoyo a los insurgentes en Irak y por su papel en Líbano.

El aislamiento mostró signos breves de recuperación después de los esfuerzos de Francia para traer a Siria al redil internacional en 2008, pero la violación de Siria sobre la prohibición de la ONU de armar a la milicia libanesa Hezbollah, justificaron la imposición de sanciones de EEUU en mayo de 2010.

Además se impusieron nuevas sanciones internacionales por la sangrienta represión de las protestas que luego derivaron en guerra civil. Para diciembre de 2012, EEUU, Turquía, los Estados del Golfo, Francia y Gran Bretaña habían reconocido a la Coalición Nacional de la Revolución Siria como el «único representante legítimo del pueblo sirio», señalando con ello su creencia de que el gobierno de Assad no tiene salvación.

El surgimiento del frente Al-Nusra, una milicia islamista radical aliado al-Qaeda, en las filas rebeldes, condujo a un enfriamiento marcado de apoyo regional e internacional para la oposición a mediados de 2013 y permitió que el gobierno y sus aliados de Hezbollah lanzaran una contraofensiva.

Los gobiernos de Assad han estado entre los opositores más intransigentes de la paz con Israel y han apoyado a varios grupos armados antiisraelíes, notoriamente Hezbolá y el palestino Hamas con sede en Gaza. Las esperanzas de reconciliación han fracasado repetidamente por el apoyo de Siria a estos grupos y la cuestión de su ofensa por los Altos del Golán.

Fuente: BBC