Psicometría, ¿para qué?

Por V. Goenaga

Muchas veces te pones tenso al momento de enfrentar una evaluación psicométrica laboral porque piensas que puedes reprobarla. Comienza por comprender que el concepto de “reprobar” estas evaluaciones está fuera de contexto ya que su finalidad es que tú digas, cómo eres, y cómo te ves a ti mismo.

Como nadie te conoce mejor que tú, lo que este tipo de exámenes te pide es que los respondas con toda honestidad y franqueza para que muestres tu visión sobre ti, tus lados fuertes y tus lados débiles. Ese debe ser el único requisito que debes cumplir para que todo tenga sentido.

Como estas evaluaciones normalmente miden tu cultura general, tu forma de pensar, la manera como interactúas con las personas, tu memoria, tus valores, lo que te interesa, etc. Es decir, cosas que ya te son propias y que nadie mejor que tú conoce, no es necesario que te pongas a estudiar algo en especial o que te desgastes en el estrés previo.

Estas evaluaciones suelen confirmar las cosas que ya sabías de ti, aunque en ocasiones también te harán ver cosas que a lo mejor desconocías o no querías ver.

Los resultados te ayudarán a que estés consciente de que hay algunos aspectos de tu forma de ser que debes explotar y otros que debes moderar dependiendo de la situación en la que te encuentres y son valiosos porque pondrán en blanco y negro tus fortalezas y tus áreas de oportunidad.

Una vez que conozcas los resultados, toma una de las siguientes tres posturas:

a)      o trabajas en tus áreas de oportunidad para convertirlas en fortalezas

b)      o te concentras en tus fortalezas para hacerlas aún más fuertes

c)       o no haces nada al respecto

Cualquiera de las primeras 2 posturas que tomes es correcta. De hecho, hay quienes discuten si una es mejor que la otra. Piensa que el tiempo es un recurso limitado y lo importante es que tomes una postura al respecto. Ya sea que tomes la opción a) o la b) lo importante es que dediques tiempo, dinero y esfuerzo a desarrollarte. La tercera opción es la peor de las opciones y ojalá no te vayas por ahí.

Así que con los resultados debes trazar un plan de acción para trabajar alguna de tus áreas de oportunidad o para hacerte aún más fuerte en algún aspecto determinado. Ejecuta ese plan y evalúate al terminarlo.

Puedes evaluarte cada año o cuando ocurra algo muy importante en tu vida, como el rompimiento emocional con alguien querido, el fallecimiento de una persona cercana, un cambio de empleo, etc. Con los nuevos resultados podrás poner corregir el curso de tu plan de desarrollo y continuarlo.

Así que más que padecer las evaluaciones psicométricas, lo mejor será que las enfrentes descansado, tranquilo, y sobre todo con mucha honestidad. recuerda que con los resultados que obtengas deberás trazar el plan para tu presente y tu futuro.

El Autor es Maestro en Dirección de Empresas / Fundador de PDBC México / Consultor de Empresas / Creador de la Metodología PDBC para Administrar Recursos Humanos