El compromiso con la empresa
Hace unos meses tuve una entrevista con un headhunter. Yo estaba trabajando pero estaba inquieto, podría decirse que estaba buscando dejar esa empresa porque no me gustaba. La entrevista con el headhunter iba muy bien y de pronto, al final, me preguntó por la remuneración que estaba percibiendo y le contesté que una parte la recibía por una empresa y lo demás, la parte más importante la recibía por fuera… Cuando el headhunter escuchó esto no dio crédito a lo que oía y me dijo “¿por qué aceptas un trabajo así?, ¡una persona de tu nivel no debería aceptar ese tipo de pago, cuando aceptas ese tipo de condiciones provocas que todo el mercado se empiece a devaluar!” Uno de los motivos por los que estaba buscando cambiar de empleo ¡era precisamente ese! Me molestaba que una parte de mi sueldo me lo pagaran por nómina y otra parte por fuera.
Cuando me preguntó por qué había aceptado esas condiciones, en mi interior sólo pensé que el mercado no estaba como para ponernos nuestros moños. Que obviamente yo preferiría que mi remuneración íntegra se reconociera para el pago de la seguridad social y que no tenía ningún empacho en que se me descontara la parte correspondiente para pagarla al fisco. Pero mi situación en ese momento estaba clara: o aceptaba que se me pagara una parte importante por fuera o tenía que estar dispuesto a esperar 6 ó 7 meses más sin empleo para conseguir un trabajo que reconociera el total de mi ingreso con apego a la ley.
El proceso con el headhunter fue muy rápido y tuve la fortuna de poder cambiar de patrón por uno que sí reconoce mis ingresos totales frente al fisco y a la seguridad social. Ahora pienso que ese evento, cuando el headhunter me cuestionó por qué había aceptado un trabajo así, me dejó una semillita de reflexión.
Analizando la situación “a toro pasado”, me doy cuenta del nivel de compromiso que las empresas tienen con sus empleados es directamente proporcional al que los empleados tienen con ellas.
Veo que estaba inquieto porque la empresa me había hecho sentir que no estaba dispuesta a comprometerse conmigo porque antes que mi bienestar estaba el suyo, que mi trabajo no valía tanto como para pagarlo en su totalidad, que si estaba dispuesto a que parte de mi salario me lo pagaran por fuera era porque yo sabía que mi conocimiento y experiencia tampoco era tan valiosos o que habían hecho un gran negocio al contratar un trabajo que valía mucho más, por menos…
Si la empresa no estaba comprometida conmigo yo tampoco estaba comprometido con la empresa. Si la empresa pensaba que había hecho un gran negocio conmigo porque estaba pagando menos por un trabajo que valía más, yo pensaba que trabajaba allí sólo mientras encontraba algo mejor. Si la empresa pensaba que sacaría un valor importante mientras estuviera allí, yo pensaba que estaría allí sólo porque con ese ingreso podría pagar mis gastos corrientes…
Así que en el fondo estas cosas son recíprocas. El compromiso de los empleados es directamente proporcional al compromiso que las empresas tienen con sus empleados. Las empresas que piensan que van a “usar” a los empleados también serán “usadas” por estos mientras consiguen algo mejor. Si las empresas quieren que nos comprometamos con ellas, sólo es cuestión de que estas se comprometan con los empleados, y los empleados deben ser capaces de reconocer cuando las empresas quieren comprometerse. Los empleados debemos reconocer el nivel de compromiso de las empresa; no es nada difícil, esto lo percibimos desde el momento en que nos hacen la oferta de trabajo.
El Autor es Maestro en Dirección de Empresas / Fundador de PDBC México / Consultor de Empresas / Creador de la Metodología PDBC para Administrar Recursos Humanos