Tomar decisiones
Por V. Goenaga
Normalmente, cuando te enfrentas a una situación en la que debes decidir, piensas que lo importante es tomar la decisión cuanto antes y comenzar a implementar lo necesario. Olvidas que antes de empezar a buscar la solución al problema, es necesario que tengas muy claro qué es lo que tú deseas.
Si tienes claro lo que quieres, la solución que le des a una situación específica será congruente con lo que deseas para ti y para los demás. En general, un problema tiene múltiples soluciones posibles, pero lo que es verdaderamente importante es que estés consciente de que la solución que elijas te acerque a tu objetivo en lugar de que te aleje del mismo.
Si no sabes a dónde quieres llegar o qué quieres conseguir al resolver un problema, entonces cualquier solución es igualmente buena, o mala. Ten mucho cuidado de que esto no suceda, porque puedes acabar en una situación que nunca deseaste conscientemente para ti.
Tu destino es el producto de tus decisiones, y no como muchos piensan, de las condiciones que te rodean. Siempre, al escoger entre diferentes alternativas, busca aquella que te acerque a tu objetivo, a tus metas, a tu destino, a lo que quieres para ti.
Sea que se trate de problemas estructurales o de situaciones de relevancia marginal, es necesario que permitas que participen los 2 lados de tu cerebro, el izquierdo (lógico-analítico) y el derecho (intuitivo-creativo). Si permites que ambos lados del cerebro participen en tu proceso de decisión, es muy probable que esta sea equilibrada. En cambio, si sólo participa uno de los hemisferios cerebrales, posiblemente tu decisión termine siendo, o fría y calculadora, o visceral e improvisada; en cuyo caso puede no ser la mejor. Ten mucho cuidado en este punto.
Al momento de decidir:
- Considera todos los elementos necesarios
- Toma en cuenta los intereses de los demás
- Pon atención a tu estado de ánimo, debe estar equilibrado
- No te dejes llevar por las presiones del ambiente ni de otras personas
- Examina el mayor número de alternativas y sus consecuencias
- Decide en un tiempo adecuado, una decisión regular tomada a tiempo es mejor que una decisión excelente fuera de tiempo.
- Una vez que tomes la decisión, pon manos a la obra de inmediato.
Al tomar una decisión, visualiza lo que quieres para ti, concilia tus intereses con los de los demás a través de la intuición y la razón, decide en un tiempo razonable y por manos a la obra de inmediato. ¿Se oye difícil? En ocasiones lo es.
El Autor es Maestro en Dirección de Empresas / Fundador de PDBC México / Consultor de Empresas / Creador de la Metodología PDBC para Administrar Recursos Humanos
Considerar las posibilidades reales de apoyo de todo tipo, en la red personal de ayuda mutua que yo llamo «Mi Pequeño Mundo Solidario»