El éxito también es emocional.

Por Karla Muñoz

En nuestros días se ha vuelto de vital importancia hablar de Inteligencia Emocional pero sobre todo de aplicarla a nuestras vidas en dos ámbitos valiosos para el desarrollo de las personas como escuelas y empresas, ¿pero qué hay detrás de aprender a manejar nuestras emociones?

Era el año 2000 y yo tomaba un taller de entrenamiento personal llamado “Duplica tu Poder total” no sabía con exactitud de que se trataba, lo cierto es que resultó totalmente de mi agrado me parecía increíble que en cualquier situación escolar, laboral o familiar una persona pudiese salir avante a los vaivenes de la vida solo con pensar claramente, conservar la calma y teniendo empatía.

Tiempo más tarde durante mis estudios de licenciatura tomé el taller “Inteligencia Emocional para el Éxito” enfocado a como potenciar las capacidades de los alumnos en el aula y aún más importante como docentes saber utilizar todos los recursos a nuestro alcance para dar lo mejor de si y por ende influir positivamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Hablar de aprendizaje emocional me resulta interesante, la mayor parte de nuestras vidas la pasamos en contacto con personas que pueden influir directa o indirectamente en la manera que respondemos a situaciones que se nos presenten por tanto debemos estar alertas y saber cómo responder con inteligencia a éstas.

Como experiencia personal a través de mi propio estudio de la Historia descubrí que aprender de forma monótona no produce buenos resultados se debe estar preparado para interactuar con los alumnos y lograr que se genere un ambiente armónico que provea al conocimiento de atractivo emocional; mi método favorito para lograrlo son los mapas mentales que conjuntan un cúmulo de ideas, creatividad e involucran nuestros sentidos en una tarea innovadora y única que fotografía las estructuras cognitivas de nuestro cerebro que son plasmadas en ellos.

En el campo laboral Daniel Goleman aborda el tema haciéndonos consientes de la importancia de contar con un alfabetismo emocional dado que en las relaciones interpersonales y laborales siempre es necesario saber enfrentar las encrucijadas del oficio sin afectar el desempeño de compañeros del trabajo sino contrariamente beneficiar la productividad de cualquier empresa que se emprenda.

Hablar del bagaje de las emociones nos remite a reflexionar cuan valioso es aprender a distinguir las actitudes precipitadas que intoxican nuestro medio profesional, debemos tener una capacidad de respuesta intuitiva que nos permita coadyuvar al desarrollo de las tareas que nos son impuestas tanto individualmente y en colaboración con iguales, subordinados y altos mandos, donde en el mayor de los casos se pone a prueba nuestro desempeño en momentos de mucha tensión que habitualmente no solo hacen referencia a un alto coeficiente intelectual; sino al conglomerado de pensamientos, conductas y preceptos que integran nuestra personalidad.

Aunado a lo anterior concluyo que como individuos la naturaleza humana nos ha dotado de una inmensa riqueza de cualidades que nos distinguen de los demás seres vivos de las que debemos hacer uso para optimizar las destrezas con las que cada uno contamos; con las que estaríamos dando un paso más hacia la superación en un rango mayor ya sea en las escuelas o empresas.