Acabar con la corrupción… ¿y luego qué? Las 5 claves del éxito de Singapur
En la actualidad nadie duda que la clave del éxito de Singapur se debe a que empezó combatiendo la corrupción. El promotor de esta iniciativa fue Lee Kuan Yew, considerado el padre de Singapur, que ocupó el cargo de primer ministro desde 1959 hasta 1990. Lee Kuan Yew ejerció un gobierno estricto en lo social, pero profundamente capitalista que, con la corrupción minimizada, impulsó la economía de esta joven nación hasta convertirla en uno de los países más competitivos del mundo. Analicemos paso a paso sus 5 claves del éxito.
1.-Acabar con la corrupción
Cuando Singapur se independizó definitivamente de Malasia en 1965 la mayor parte de su población era pobre, esto se debía en gran medida a que la malversación y el soborno eran parte integral de la vida pública. «Si quieres derrotar la corrupción debes estar listo para enviar a la cárcel a tus amigos y familiares«, decía Lee Kuan Yew con determinación y luchó hasta reducirla a su mínima expresión.
Una de las medidas más importantes adoptadas en Singapur para luchar eficazmente contra este mal fue la de aumentar los salarios de los funcionarios. Lee creía que si los funcionarios públicos eran bien pagados, no tendrían la necesidad de buscar otras fuentes de ingreso. Pero eso no bastaba para eliminar este mal, por lo que para evitar la tentación se creó un programa especial de lucha contra la corrupción desarrollado por el Ministerio de Finanzas, que incluía una serie de medidas como rotar a los funcionarios para evitar la formación de lazos corruptos o llevar a cabo inspecciones sin previo aviso. Asimismo, el Estado promocionó a medios de comunicación independientes y objetivos, que pudiesen cubrir imparcialmente todos los casos de corrupción. Como resultado, en el servicio público empezaron a trabajar los especialistas más adecuados para servir a la nación.
La Oficina de Investigación de Corrupción desde un primer momento tuvo poderes autoritarios. Sin una orden judicial podían detener a los sospechosos de ser corruptos y empezar a indagar sus actividades como la revisión de cuentas bancarias.
Todo funcionario público que era condenado por actividades corruptas era privado de su empleo, de su pensión y de todos los beneficios. Se sabe que la oficina envió a prisión a varios ministros federales, líderes comunitarios, jefes de sindicatos y altos directivos de empresas públicas.
2.-Reforma judicial
Singapur defiende la pena de muerte como medida estricta para acabar con la delincuencia. Los asesinos y narcotraficantes por lo general terminan en la horca. Otros crímenes graves como violaciones y secuestros se castigan con largos periodos en la cárcel y azotes. Mientras que los asaltos y los distintos grados de vandalismo se sancionan con azotes y condenas más cortas.
El caso de un estadounidense de 18 años dio la vuelta al mundo en 1993. El joven fue condenado a pagar una multa considerablemente alta y a pasar 4 meses en prisión donde recibiría 6 azotes. Todo ello por manchar con spray 18 coches y robar varias señales de tránsito.
«Los azotes le harán perder sangre y seguramente le dejarán cicatrices de por vida. Esto no es correcto», abogaba por él Bill Clinton, el entonces presidente de EE.UU. Desde Washington se buscó evitar el castigo por todas las vías, alegando que la condena era muy dura para ese delito.
«Por qué debería haber en Singapur una ley especial para los estadounidenses y otra ley para los locales. Los estadounidenses creen en la primacía de la ley, pero cuando se les debe castigar según una ley de otro país, a los estadounidenses esto no les agrada mucho», explicaba Goh Chok Tong, primer ministro de Singapur entre 1990 y 2004.
Pese a todos los esfuerzos el joven estadounidense tuvo que pagar la multa, recibir 4 azotes y pasar varios meses en prisión.
En Singapur hay muchas leyes que a algunos de nosotros nos pueden parecer absurdas. Así, por ejemplo, tirar goma de mascar en la calle o no bajar la palanca en un baño público se consideran delitos. Si te pillan, lo más probable es que tengas que pagar una gran multa. Estas leyes no deberían parecernos tan absurdas, ya que si el objetivo es mantener el orden público y la limpieza, ellos lo han logrado.
3.- La creación de empleo
El Gran Salto Adelante y la posterior Revolución Cultural llevada a cabo por Mao derivaron en una una paralización del desarrollo tecnológico y educativo en China allá por los albores de los años 70. Debido a que los inversores extranjeros se vieron limitados en Hong Kong y Taiwán, ellos pusieron sus ojos en Singapur.
En este país aún en pañales, a finales de los 60 se empezaron a construir algunas fábricas occidentales de tecnología, en los 70 se producían distintos tipos de placas electrónicas y en los 80 ya era un centro de fabricación de productos tecnológicos.
Singapur fue uno de los pocos países que daba la bienvenida a los inversores extranjeros quienes empezaron a construir fábricas y tenían toda la libertad para producir sin ningún tipo de intervención del Gobierno. Asimismo, las compañías extranjeras fueron seducidas con los bajos impuestos del país y con mano de obra barata y cualificada.
El objetivo de Lee Kuan Yew no era que Singapur sedujese de por vida al capital extranjero, lo que en realidad él quería es que los jóvenes ganaran experiencia en las compañías extranjeras y crearan empresas nacionales que fuesen capaces de competir en el mercado internacional.
Debido a que al principio no había gente con dinero, ni tampoco con la experiencia suficiente para crear grandes empresas, Lee decidió capacitar a los jóvenes en campos tecnológicos, marketing y gerencia con el fin de crear compañías estatales donde trabajarían estos mismos jóvenes especialistas.
4.- Reforma educativa
A finales de los 60, cuando Singapur atrajo a compañías extranjeras para combatir el alto índice de desempleo, se les enseñaba a los jóvenes trabajadores a ser puntuales, a trabajar de manera responsable y a aprender a fabricar productos de alta calidad. Con estas características ellos mantenían sus puestos de trabajo, ganaban experiencia y aprendían el negocio.
El Gobierno de Singapur entendió desde un principio que si quería jóvenes capaces en las áreas que el país necesitaba, la única solución era cambiar por completo el sistema educativo. Hasta la actualidad el principal objetivo es lograr que los estudiantes piensen, analicen y resuelvan problemas por sí mismos. Además, les enseñan a que no deben limitarse en lo que está escrito en los libros de textos, sino que les obligan a ver más allá.
«No preparamos especialistas en mitología griega, literatura inglesa o literatura antigua, nosotros necesitamos tecnologías, ciencia, experiencia técnica. Con esto sí que pueden ganarse la vida», sostiene Philip Yeo, expresidente de la Junta de Productividad e Innovación del desarrollo económico de Singapur.
5.- Creación de empresas estatales para ganar dinero y ofrecer más empleo
Una de las primeras compañías que creó el Gobierno con el fin de ganar dinero y crear más puestos de trabajo fue Singapore Airlines.
«El primer ministro me dijo: Singapore Airlines ha sido creada por el Gobierno no para ganar prestigio, sino para ganar dinero. Así que si no empiezo a ver las ganancias la cierro sin titubeos», recuerda Lim Chin Beng, exdirector general de la entonces recién creada aerolínea estatal. No en vano, Singapore Airlines revolucionó la forma en que se atendía a los clientes. Controlaban cada detalle, desde la comida y bebidas, la forma en que se servían los alimentos, pasando por la comodidad de los asientos hasta la calidad de los auriculares. Como resultado crearon cientos de puestos de trabajo. Hoy en día es considerada una de las mejores aerolíneas del mundo. En la actualidad posee varias filiales de vuelos de bajo costo, cargo y hasta provee de comida aérea a otras compañías.
Este es solo un ejemplo de las empresas que se crearon y empezaron a abrirle camino a Singapur en el mercado internacional. En general el sistema se considera como una forma de socialismo exitoso que derivó en un progreso económico real, cuyo fin era la producción de calidad.
Excelente artículo, nos debe importar hacer un benchmarking de Singapur